El encierro por 29 Años

Después de 29 años de encierro, todo le sorprende, en especial los centros comerciales.....
El mundo que se encontró Julio Antonio Henríquez Ostorga luego de estar 29 años preso en el penal de Mariona fue distinto al que dejó cuando entró a la cárcel. Recuerda que el portón que cruzó para entrar a la cárcel siempre fue verde, pero los pocos buses que circulaban tenían partes de madera, además los modelos eran distintos, eran chatos, cuadrados y tenían asientos artesanales.
Desde la terraza del edificio en donde vive actualmente, sale a ver los carros y las luces de los locales vecinos. Todo un mundo nuevo para este hombre de 55 años que durante casi tres décadas sólo veía las rejas y los muros de la prisión.
A seis días de ser un hombre libre, aún recuerda el paseo que hizo el viernes por Metrocentro, media hora después de salir de la cárcel. "Había relojes finos que se veían bien bonitos. Había un montón de negocios de zapatos y ropa. Pero no me gustó el ascensor porque cuando llegamos arriba me dio vértigo y le tuve temor a las escaleras que andan ellas solas", dice en referencia a las gradas eléctricas.
Las calles también le han sorprendido y cuando va en el carro de su abogado y amigo, Walter Figueroa, no despega la vista de la ventana para mirar todo.
Por ahora duerme en un cuarto mucho más grande y acogedor que la primera celda en la que estuvo y la última que dejó cuando pasó a la fase de confianza.
Espera ansioso una oferta laboral en la Iglesia Presbiteriana, mientras agradece al abogado y su esposa por el apoyo. "Me regalaron unas prestobarbas, lentes para ver, ropa, me tiene en esta casa, a mí, que no valgo nada", dice con el autoestima lacerada por el encierro y el abandono.
En un estudio publicado por el siquiatra español Jesús Valverde Molina, expone las consecuencias de la cárcel sobre el preso cuando ya está en libertad. Entre ellas está la pobreza lingüística, dificultad para convertir el pensamiento en palabras y para verbalizar los recuerdos.
Julio recibió del Juzgado Primero de Vigilancia Penitenciaria la constancia de extinción de pena que da fe de que es libre.

Fuente : El diario de hoy
MARTES, 3 DE FEBRERO DE 2009